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“La Mujer Araña”, la historia de una asesina en serie.

Aileen Wuornos “La Mujer Araña”.

Su vida inspiró la película Monster y su papel lo interpretó  Charlize Theron. Murió en la cárcel, a los 46 años, tras ser condenada a muerte Abandonada por sus padres, golpeada por su abuela y violada por su abuelo, Aileen Wuornos fue a los tumbos por la vida, entrando y saliendo de la cárcel por prostitución y otros delitos menores. Pero en 1989, luego de un intento de violación, algo explotó en su interior y en menos de un año asesinó a siete hombres. Los testigos la describieron como una mujer vestida totalmente de negro y los medios la llamaron “la Mujer Araña”.

“Maté a esos hombres, les robé tan fría como el hielo. Y también lo haría de nuevo. No hay ninguna oportunidad en mantenerme viva o algo así, porque mataría de nuevo. Tengo odio arrastrándose por mi organismo. Estoy tan harta de escuchar esa cosa de ‘está loca’. He sido evaluada tantas veces. Soy competente, cuerda, y estoy tratando de decir la verdad. Soy alguien que odia en serio la vida humana y mataría de nuevo…”, dice la carta que Aileen Carol Wuornos presentó ante la Corte Suprema de Justicia de Florida a fines de 2001. 

“La Mujer Araña” llevaba casi una década en el pabellón de la muerte. Fue condenada seis veces a ser ejecutada con la inyección letal por el asesinato de otros tantos hombres.

Aileen Wuornos en la cárcel. 

Origen de “la Mujer Araña” 

Quería terminar de una vez con su vida y no era solo porque no toleraba vivir entre rejas: estaba cansada de una existencia marcada por el abandono de sus padres, los abusos sexuales de su abuelo -a quién en la infancia creyó su padre-. Tenía un impulso irresistible de matar a hombres que la requerían como prostituta. Finalmente, fue traicionada por su pareja, una mujer por la que se sintió amada y terminó entregándola a la policía. 

La atormentaba también una imagen recurrente que confesó a uno de los tres psiquiatras que la habían entrevistado: todos los hombres que había matado tenían la cara de su abuelo abusador, eso era lo que la hacía apretar el gatillo. 

“Ella es la primera depredadora femenina. Otras mujeres han matado a sus hijos, han matado a familiares o personas que conocen, pero ella es la primera que en realidad era una depredadora que cazaba a víctimas inocentes y les quitaba la vida”, la definió durante el juicio el sargento Bob Kelley, del Departamento del Sheriff del Condado de Volusia, uno de los detectives que investigó sus crímenes.

Y los asesinaba con saña, siempre con el mismo sistema: se les ofrecía sexualmente, subía a sus autos, los mataba a tiros -no uno sino varios-, les robaba todo lo que llevaban encima y tiraba sus cuerpos cerca de la ruta. 

Cuando mataba vestía siempre de negro, por eso la habían bautizado como “la Mujer Araña”. 

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