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Temor a desalojo en Los Guandules y La Ciénaga

Santo Domingo, RD

El sol, los rastros de po­breza extrema, mal olor y escombros, así es el entor­no de los residentes en los sectores de Los Guandules y La Ciénaga.

En el rostro de sus habi­tantes se refleja preocu­pación sobre qué pasará con su futuro, después de consumado lo que se espera: un desalojo pa­ra dar paso al proyecto Nuevo Domingo Savio.

Tal es el caso de Julia, madre soltera de dos ni­ños, e inquilina de una vivienda durante más de diez años. Está desem­pleada, y de la poca ayuda que consigue consigue de comer a sus vástagos.

“Cuando comenzó esto me asusté”, dijo. “Imagí­nese yo rodando con mis hijos por ahí; eso me de­jó loca, entonces prime­ro hablaron con la dueña de la casa y después con­migo, con la cantidad de dinero que me ofrecie­ron no me da ni para una mejorita en otro barrio”, agregó, cabizbaja.

Igual que Julia, hay muchos residentes en la misma situación.

La suma de dinero es­tablecida para las per­sonas que pagan renta, igual para sus dueños, está muy por debajo de las tasas actuales de los costos de las viviendas.

Los desalojos físicos es­tán a cargo del Ministe­rio Público. “Se nos da una fecha y cuando salga­mos nos darán el cheque, yo tengo miedo, mi vecino no se quería ir y lo sacaron a la fuerza los militares, yo no quiero eso”, añadió Mercedes.

Viviendas deplorables
La mayoría de las vi­viendas se encuentra en situaciones deplorables, ya que su construcción fue a orillas del río Oza­ma, donde en las tempora­das ciclónicas se ven fuer­temente afectados por los estragos de la madre natu­raleza.

El proyecto consta de 394 reclamantes residen­tes de mejoras, 461 inqui­linos, 280 reclamantes no residentes de mejoras, 37 locales comerciales y 23 locales comerciales con viviendas, estas cifras las registra URBE (Unidad Ejecutora para la Reade­cuación de Barrios y En­tornos) que datan del año 2016.

La valoración
El área que ocupará di­cho proyecto es de 102,49 hectáreas, 45,15 hectáreas en La Ciénega y 57,34 en Los Guandules, lo que se­ría 1.30 kilómetros cua­drados.

Los encargados de darle valoración a los hogares encontrados es la Direc­ción General del Catastro Nacional.

Lo que construye este plan tiene buenas intenciones, pero no se hace nada con despojar a las personas de lo que es su hogar de for­ma permanente o tempo­ral, si no se sabe a dónde residirán.

Devolverle a la naturale­za lo que le pertenece es un trabajo arduo y justo. Ob­servando los espacios ya trabajados el futuro de di­cha obra es potencial para la regeneración de la salu­bridad del marco ambiental y para la reestructuración de los sistemas viales y de infraestructura.

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