Palabras del Director de La Feria Internacional del Libro, en el acto para el anuncio del Premio Joven de la 24ª Feria 2021
La historia de la Feria del Libro de Santo Domingo se remonta a la década del 50, con el librero Julio Postigo como ideólogo. En la turbulencia a finales de los 50, inicio y finales de los 60, pues tenemos una década muerta en la historia de las Ferias del Libro. La Feria Nacional del Libro, como se llamaba entonces, se institucionaliza en su segundo momento, a partir del 1970, con la creación de la Comisión Organizadora mediante decreto y la aparición de los Premios Anuales para reforzar su contenido. La tercera etapa de las Ferias del Libro, que se dio desde 1997 al 2020, y se caracterizó por la internacionalización de la Feria. Intento esbozar esta cronología para resaltar que a partir de la Feria Regional de Feria Regional del Libro Bahoruco 2020 y con mayores evidencias en la próxima Feria Internacional, la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo ha entrado en su Cuarta Etapa, en la cual nuestro trabajo tendrá como ejes cardinales la “descentralización” y la “elevación de la calidad” de los contenidos.
La pandemia ha cambiado la morfología del mundo. Incluso se podría hablar de una filosofía o una estética de la pandemia. Ya uno no le mira el rostro a las demás personas, sino que se le vislumbra. El cerebro humano ahora está más adiestrado para la capacidad que se describe en el principio de continuidad que teorizaron los filósofos del arte conocidos como la Gestal. En consecuencia, la pandemia lo ha cambiado todo, también las Ferias del Libro, que han sido obligadas a suspender o ser más creativas y transformarse. El elemento más característico de las ferias en medio de la pandemia ha sido recurrir a la hibridacion o semipresencialidad. Por eso, aunque muchos se muestran escépticos, propongo la celebración de la Feria Internacional del Libro en formato semipresencial y apelando a nuestros ejes de descentralización y calidad en los contenidos. Para lo cual ya tenemos varios acuerdos en proceso, sobre todo con las gobernanzas municipales a través de las alcaldías del Gran Santo Domingo y nuestras alianzas estratégicas con los Ministerios de la Juventud y Educación.
La Feria del Libro tiene varios premios importantes, como el Premio Eduardo León Jimenes que se otorga al mejor libro del año, el premio Pedro Henríquez Ureña, el Premio Joven, entre otros. Y como hoy vamos a entregar el Premio Joven quiero hablarles un poco sobre el mismo.
El Premio Joven de la Feria Internacional del Libro existe desde el año 2000. La importancia que tiene este premio radica en que en el país tenemos un mercado editorial limitado, en que resulta muy costoso y difícil publicar un primer libro, por lo que este tipo de concursos contribuyen con el desarrollo de la literatura, porque los ganadores dan a conocer su trabajo, se empiezan a publicar y marcan el camino de su canonización. Tal es lo que ha ocurrido con grandes escritores contemporáneos a los cuales este premio les sirvió como plataforma. Muchos de los que en sus inicios ganaron este premio, hoy figuran entre los mejores escritores de la actualidad. Tal es el caso de Víctor Saldaña, Ariadn Vásquez, Alejandro González, Ariadna Vasquez, Edwin, Rossalinna Benjamín, José Ángel Bratini, Argénida Romero, Frank Báez. Y Fernando Berroa… ¡jajaja!
Por considerarlo uno de los más importantes premios que se otorgan en la RD, la Dirección de las Ferias del Libro dispuso, con el aval de la ministra, mejorar las bases para la actual convocatoria. Y en este sentido se aumentaron los montos, se crearon 5 nuevos premios, por lo que ya no son 3 sino 8. Además, por una cuestión de justicia poética, como dicen los dramaturgos, decidimos entregar el Premio Joven del año pasado 2020, que no fue entregado por la entrada de la pandemia y la suspensión de la Feria Internacional del Libro.
Agradezco a la ministra doña Carmen Heredia por apoyar la idea de crear nuevos premios a pesar de los momentos de austeridad en que se encuentra el gobierno. Y que tenga por seguro que los jóvenes escritores y artistas dominicanos sabrán valorar este incentivo a su vocación.
Doña Carmen es una ministra que cree en la juventud. Lo ha demostrado desde las diversas funciones públicas que ha desempeñado y cuando no ha estado en ellas, pues siempre ha sido mecenas de los nuevos artistas. En la Dirección de las Ferias del Libro también creemos en las nuevas generaciones. No es casual que nuestra invitada especial en esta mañana sea Luz del Alba Jiménez, ministra de la Juventud. Consideramos que debe existir una relación de doble vía, biunívoca, dicen los matemáticos, entre el Ministerio de Cultura y el Ministerio de la Juventud, porque de la formación artística deriva en el conocimiento, la sensibilidad y la fortaleza de espíritu desde donde se debe comenzar a cambiar un pueblo. Quizás por eso nuestros Padres de la Patria fueron jóvenes.
