Once comunidades de Las Galeras, provincia de Samana, defienden el derecho a la salud de las personas y a la salud ambiental
La salud no se negocia es la consigna de varias comunidades del distrito municipal de Las Galeras, ante la intención de la empresa Generadora Eléctrica de Samaná (Luz y Fuerza) de instalar cinco plantas de enegía a base de combustibles fósiles contamianntes como lo son el diesel y el bunker C en la comunidad conocida como La Colmena.
Once comunidades se han sumado a esta lucha que los enfrenta a la empresa GES (LUZ Y FUERZA), quien originalmente anunció una planta 100% renovable, siendo la realidad justamente la opuesta. La empresa, ignorando a la comunidad, hasta en los procedimientos mas básicos como las convocatorias a Vistas Públicas, ha interpuesto ante el Ministerio de Medio Ambiente, un estudio de impacto ambiental para la obtención de la licencia de operaciones por parte de dicho Ministerio.
Las comunidades, el pasado 28 de agosto entregaron una oposicion formal ante el Ministerio de Medio Ambiente, con la esperanza de que esta entidad analizara el Estudio presentado y evidenciase las múltiples debilidades y vacios tecnicos, como el simple hecho de no evaluar el nivel de las emisiones contaminantes a la atmosfera, cuyos impactos a la salud de las personas y a la biodversidad ya son conocidos local y globalmente.
En momentos en que el planeta esta rechazando las plantas a base de combustibles fósiles, y en los que la República Dominicana ha ratificado múltiples acuerdos bilaterales en favor de las energīas renovables y la eliminación de plantas de energia a base de combustibles fósiles, el Ministerio evalua la posibilidad de permitir esta aberrante instalación.
Las comunidades de La Colmena, Manuel Chiquito, Los Tocones, La Sangria, Rincón Castellalito, entre otras, han interpuesto con el apoyo del INSAPROMA un recurso de amparo para frenar esta afrenta a la salud de las personas que residen en estos predios. Partiendo de informaciones falsas pero sobre todo, ignorando los procedimientos legales que debieron seguirse, la empresa GENRADORA ELECTRICA DE SAMANA, es un claro ejemplo de violaciones institucionales y procedimentales que la debil gestión estatal permite haciendo caso omiso de las voces de las personas.
El respeto a la salud no se negocia, y la sociedad dominicana, el actual gobierno y el Ministro de Medio Ambiente, deben atemperar y detener esta afrenta social y ambiental que, hacia Las Galeras, tiene ya esta compañía generadora.
Las comunidades no se oponen al desarrollo, no se oponen a la energia renovable, solo dicen no a la energia contaminante y a las intenciones de una empresa que pone en la balanza primero sus ganancias y luego el futuro de las personas.
