COMUNICADO DE PRENSA
La Red Socio ambiental Nacional expresa su profunda preocupación y condena ante la aparente indiferencia, desconsideración y abuso de poder de las autoridades respecto al caso de las barcazas establecidas a la fuerza, en Puerto Viejo de Azua. El término «a la fuerza» no es una exageración.
Las movilizaciones y protestas de la comunidad Los Negros, pueblo históricamente pesquero, fueron ignoradas. Desde el inicio, esta comunidad alertó sobre los daños potenciales y las repercusiones negativas para sus familias, así como para el ecosistema local. Diversos ambientalistas se unieron a este clamor, señalando las amenazas a las áreas protegidas y la vida silvestre que el establecimiento de las barcazas podría causar.
La Red sostiene que un análisis exhaustivo y veraz de riesgos debe preceder a cualquier otorgamiento de permiso ambiental. Tal medida podría haber impedido catástrofes, como las que hemos presenciado este año: la mortandad masiva de especies marinas y el derrame de Fuel Oil del pasado 31 de agosto, que afectaron directamente a los manglares.
A pesar de las advertencias, la respuesta de las autoridades ha sido el silencio. No pueden alegar desconocimiento, ya que tanto el movimiento ambientalista como la comunidad local realizaron las advertencias pertinentes antes de la instalación de estas plantas productoras de energía. Si las autoridades del Medio Ambiente hubieran atendido desde el principio las preocupaciones y advertencias, los daños actuales podrían haberse evitado.
No podemos quedarnos callados ante esta afrenta, ante este ejercicio prepotente de autoridad por parte de funcionarios y de la autoridad pública, para fines distintos del interés general, poniendo en riesgo nuestra tierra y nuestras vidas. Esta situación da cuenta del notorio irrespeto hacia el ecosistema de Puerto Viejo, la comunidad de Los Negros y todos los residentes de Azua afectados por las repercusiones de estas barcazas, por lo que reclamamos las correspondientes responsabilidades administrativas (ceses o dimisiones) y el sometimiento a la justicia de los responsables de estos “accidentes”