Por: Henrri cuello
La perinclita ciudad de Puerto Plata tiene el raro privilegio de ser la cuna de dos de los más señeros héroes de la Patria: ambos de nombres Gregorio: Gregorio Luperón, adalid de la Gesta Restauradora, y Gregorio Urbano Gilbert Suero, ejemplo supremo de coraje en 1916; guerrillero indómito de la manigua sandinista en 1928, y patriota insigne de la Revolución de Abril.
Esas tres circunstancias hacen de este hombre, cuya carne nunca tembló de miedo ante el peligro, un personaje de dimensiones homericas.
Coraje habia que tener para desafiar, a tiros limpios, apenas siendo un mozalbete, el desembarco odioso de la soldadesca invasora. Coraje para unirse, en 1928, al Ejército Libertador del bravío y legendario General de Hombres Libres, Augusto César Sandino; Coraje para exhibir su bravura en la Guerra Patria de aquel Abril glorioso.
«Mi lucha contra el invasor yanqui», de la pluma de Guillermo Urbano Gilbert, es una de mis inolvidables lecturas de adolescente.
¡ GLORIA PERPETUA AL HÉROE NACIONAL GREGORIO URBANO GILBERT SUERO…!
