Opinión

Toxicología forense en el esclarecimiento de delitos

Por Licda. Enersi Georgina Mateo Luciano

La toxicología es el estudio científico de sustancias químicas presentes en fluidos biológicos y no biológicos para fines identificativos, estableciendo su naturaleza química, tiempo de presencia de la sustancia, y sus respectivas alteraciones.

A modo de ejemplificación, las muestras biológicas pueden ser orina, sangre, pelo, sudor, saliva, meconium, contenido gástrico u órganos y tejidos; Por su parte, las  muestras no biológicas pueden ser vasos, botellas, contenedores, raspados de superficies, entre otros.

Ahora bien, cuando hablamos de toxicología forense nos referimos al apoyo técnico científico que ofrecen peritos especializados en toxicología al sistema de justicia y policial para el esclarecimiento de hechos delictivos.

Cabe destacar que con las pericias toxicológicas forenses podemos determinar varios hallazgos, desde la sustancia que causa un envenenamiento, hasta la presencia residuos de disparos en hechos delictivos, así como también la presencia de drogas en el organismo de una persona, estudios de alcoholemia, fármacos, e identificación de nuevas sustancias.

El objetivo del toxicólogo forense es intentar proporcionar respuestas a las preguntas que puedan surgir durante investigaciones criminales o en un tribunal posterior. Por ejemplo, en el caso de un envenenamiento se proporcionan datos sobre la identidad del veneno, como fue administrado, sus efectos y la cantidad del mismo.  

Hay que tener en cuenta que no es el papel del toxicólogo forense determinar la causa de la muerte ni quién administró el veneno. Esta función le corresponde determinarlo al patólogo en el caso de la causa de la muerte,  y en caso de la imputabilidad al Juez competente.

Actualmente existen cuatro etapas por las cuales pasa un análisis toxicológico. La primera corresponde a la detección, etapa en la cual se ubica la sustancia en las muestras remitidas al laboratorio, y se realiza mediante procesos y métodos científicos oportunos según sea el tipo de muestra con el cual se esté trabajando.

La segunda etapa consiste en la identificación de la sustancia, ya sea droga, veneno o metabolito mediante técnicas toxicológicas específicas.

La tercera etapa consiste en la cuantificación, es decir, se cuantifica con exactitud la sustancia estudiada presente en la muestra.

Finalmente, una última etapa que consiste en la interpretación de los hallazgos analíticos en el contexto del caso, proporcionando información o respuestas a las preguntas de los investigadores.

Una vez agotadas las etapas del análisis toxicológico el/la perito emitirá un informe pericial donde se vertiran los resultados y conclusiones respecto a la investigación toxicológica de una manera clara y precisa.

Pueden existir errores en las realizaciones de este tipo de estudios forenses si el laboratorio toxicológico forense no se rige por un sistema de estandarización y control de calidad actualizado tanto nacional como internacional. Se debe  preservar debidamente la cadena de custodia de la muestra y asegurar que las mismas no sean afectadas por artefactos endógenos o contaminantes.

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