Opinión

Rafael Corporán de Los Santos le cambió la vida al Pueblo

Por Estarlin Montero

Especial OjaDiario

Rafael Corporán De Los Santos le cambió la vida a un pueblo, se construyó en un modelo de la comunicación popular y del entretenimiento desde su cuerpo racionalizado.  Tuvo la virtud de ser él en base a él. No era Freddy, no era Yaqui, no era José Guillermo, no era Roberto, no era Nelson Javier, era simplemente CORPORÁN. Convirtió su apellido es una marca. Construyó un bloque de contenido sabatino que abarcaba prácticamente toda la parrilla (Sábado Chiquito de Corporán, Sábado de Corporán que abarcó toda la tarde y se adentraba en la noche incluso [alargado hasta el punto de La Hora Estelar]…). Ojo, el formato de Sábado de Corporán era una producción prácticamente mimetizada que compartían muchas producciones en la región de Latinoamérica y que coincidía con una fusión de programas de Estados Unidos, España e Italia, eso descubre uno cuando estudia la televisión de entretenimiento durante las décadas 80’s y 90’s del siglo pasado.

En donde la autenticidad es indudable dentro de la figura de ‘El Viejo Corpo’ es en su capacidad de impactar y mostrar la realidad de los barrios no como un visitante o un externo, que pasaba con Freddy, por ejemplo. Corporán se veía como un hijo o igual de esos barrios, un ejemplo de la m movilidad social en que podría reflejarse cualquier niño de los sectores empobrecidos de la República Dominicana.

Con Rafael Corporán De Los Santos se abrió una puerta para que talentos y cuerpos racializados de la República Dominicana se vieran frente a la pantalla, cosa que ocurre mucho más ahora cuando suponemos que los medios de comunicación se han democratizado, a pesar de que en muchas ocasiones, probablemente sin ser consciente se arrancó carcajadas ‘a costilla’ de reírse de las marcas del empobrecimiento sobre los cuerpos de mucha gente.

Creador de marcas comerciales, impulsor de campañas de comunicación y un comunicador que vendió hasta con sus malos chistes o errores en pantalla. Paradójicamente, a pesar de haber creado un emporio y de haber contado con una notable riqueza económica para la época, el umbral de su vida volvió a mostrarle la inclemencia de un sistema económico que te titiritea. Creo que a ‘Don Corpo’ le recordaron en varias ocasiones que aunque estaba en la cima, no pertenecía a ella; varias anécdotas y muchas más especulaciones se conocieron y se continúan comentando, cómo la del Country Club, por citar alguna.

He llegado hasta aquí sin darme cuenta, porque hablar de quien produjo tanta felicidad y entretenimiento a un pueblo que necesitaba sonreír para acompañar la desgracia de su empobrecimiento injustificado, parece que es una fácil tarea.

Ayer se cumplió un año más de su paso a otra dimensión. No sé qué cuentas pudo tener pendientes, como todas las personas tenemos, pero la verdad es que merece la pena darle un fuerte aplauso al indiscutible campeón de la televisión dominicana.

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