Por Fernando Berroa/catedrático
Especialista OjaDiario
Es un mito que los profesores de la UASD ganan mucho; la verdad es que a los docentes de las demás universidades se le paga muy poco, con el agravante de que si intentan protestar son expulsados, porque no tienen libertad sindical.
Igual ocurre con los estudiantes. En la UASD pueden protestar por la conquista de reivindicaciones. Lo hacen desde antes de las consignas del “Medio millón para la educación”. Pobre el estudiante que intenta reclamar el aumento o las condiciones en una universidad no-estatal, como los expulsados en masas en aquella institución de la iglesia que todos recordamos… La primera protesta estudiantil en toda su historia y zas, los cabecillas expulsados para escarmentar. Residuos de la inquisición y el neo trujillismo. Vaya usted a saber.
Aunque la huelga de los docentes de la UASD es imprudente por la pandemia que nos afecta y la crisis económica que deriva de la misma, la verdad hay que decirla: hace años que los profesores de la UASD necesitan un aumento salarial.
A los docentes de la educación preuniversitaria se les aumentó gracias al 4% del PIB que se invierte en educación desde el 2013, algo que debió ejecutarse desde el 97. Entonces ocurre que ahora que un docente de educación primaria, secundaria, nocturna o esa aberración llamada Prepara gana más que un profesor de la universidad estatal con Maestría (a veces varias), Doctorado, varios libros publicados, respetado en foros internacionales, gurú de su gremio. ¿Y que se le pague lo mismo a un educador que no pueda redactar un párrafo sin cometer cinco faltas ortográficas? Si a ciertos profesores de esos se le paga entre 50 y 70 mil pesos (ojo, a “ciertos”, porque una minoría es muy buena, al nivel de un uasdiano, inteciano o unapecino, y se merece eso y más), entonces a un profesor de la UASD, con maestría en España, la Unión Soviética, China, etc., entonces se le debería pagar 150 mil como base y un bono por cada materia o por la buena evaluación que reciba de sus estudiantes. Hasta corto me quedo.
La verdad es que no es bueno comparar, como dice mi abuela, pero alguna arista de discusión debe ventilarse. Sobre todo, porque es un mito que al profesor de educación básica se le paga mucho, el respeto a la Ley de Educación 66-97 vino a ser un paliativo a su salario. El estado tenía una deuda con la educación pública escolar. Pero un mito mucho mayor es el salario de un profesor de la UASD. Por el contrario, hacen años que el estado está en deuda con la educación pública superior y post superior, porque el famoso 4% para la educación fue destinado al nivel preuniversitario en su totalidad. Tremendo error. Un desfase a corregir.
Lanzo una pregunta retórica no exenta de malicia, ácido del diablo y tiradera de lírica urbana:
¿No es una inversión de mejor calidad aumentarle un 100% a los profesores de la UASD que a policías extorsionadores en retenes dame pa’ la cena?
La pregunta tiene infinitas respuestas. Entre ellas que se trata de un problema que viene de los 12 años de Balaguer, que a los corruptos del PLD no les interesó resolver y que se presenta como todo un reto a solucionar para el nuevo gobierno. No es solo la primera huelga de la UASD en medio de la pandemia, pues más de ahí se merece una mala rectoría como la de Emma Polanco (Editrudis Beltrán lo haría mejor), sino que esa huelga, por ser una universidad estatal, se le pega al actual gobierno como uno de los primeros grandes retos a resolver.
El MESCYT debe tomar cartas en el asunto, y detener el ruido que le causa a la actual gestión de gobierno y a la excelente imagen que tiene el presidente de la República Dominicana, como el segundo mejor valorado de Latinoamérica, solo por detrás de Bukele, lo que quiere decir que Luis es giga o tera bien valorado. Por lo que sus funcionarios deben apagarle ese fuego y mediar cuando antes por una solución, sobre todo ahora que la huelga pica y se extiende, pues ha mutado de ser la primera protesta virtual de profesores en medio de la pandemia (quizás a nivel mundial) a llegar a las manifestaciones presenciales en el campus de la primera universidad fundada en América.
La gente se equivoca al desconsiderar el reclamo de un docente en medio de la pandemia. Salud, educación y seguridad militar deben ser bien atendidos en medio de esta crisis, puesto que son los sectores de las mayores responsabilidades en medio de la catástrofe sanitaria. Por algo han sido los primeros sectores en vacunarse en donde se ha iniciado el proceso.
El problema debe resolverlo el Ministerio de Educación Superior, puesto que el ministro Franklin García Fermín sabe qué hace tanto que a los profesores universitarios no se le aumenta dignamente que él mismo fue quien realizó el último aumento considerable cuando fue Rector de la UASD, hace ya más de una década. Es en su despacho de donde debe salir la solución al conflicto y no dejar que llegue al Palacio Presidencial.
Luis Abinader es el presidente del cambio que el país necesitaba. Y confío en que, así como en tan poco tiempo se ha erigido como un Mio Cid Campeador para resolver los problemas que encontró, y de la misma manera que estudió y fue diseñando planes para el aumento a los médicos, militares y las ayudas sociales, mi admirado presidente se casará con la gloria y será quien ajuste el salario a los profesores de la UASD de una vez por todas.
