Respuesta a los primeros llamados de la jornada de vacunación

Por Manuel Heredia
La respuesta a los primeros llamados de la jornada de vacunación contra el COVID-19 fue sumamente lenta y hubo mucha resistencia y/o dejadez tanto de hombres como de mujeres.
Cuando se anunció la vacunación para niños y adolescentes, las madres, fundamentalmente, acudieron con rapidez y en gran cantidad a llevar a sus hijos para inmunizarlos.
Ese hecho requiere ser explicado para que la sociedad comprenda el rol de los cuidados asumidos responsablemente por las mujeres y la importancia que tiene en la salud preventiva y paliativa de las familias y por extensión de la sociedad.
Esas mujeres como sus madres y la mía que se han dedicado al trabajo reproductivo en el hogar sin remuneración alguna se irán a la tumba sin recibir una pensión ni mucho menos una jubilación del Estado por sus inestimables aportes a la sociedad.
Sueño que algún día esa injusticia cambie de una vez y para siempre para hacer honor como dice la canción de Silvio Rodríguez a «esas desconocidas gigantes que no hay libros que las aguanten».
¡Algún día será!