República Dominicana y el cambio climático: un pasó adelante dos por dar
El cierre técnico del vertedero de Duquesa son pasos que reflejan una intención seria de abordar problemas crónicos de gestión de desechos.
viernes, 29 de noviembre de 2024. Escrito por Bassielis Silverio
Santo Domingo. D.N – La gestión medioambiental en la República Dominicana
está mostrando signos de progreso, pero también evidencia las complejidades de enfrentar retos globales y locales. El reciente ascenso del país en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) 2024, pasando del puesto 89 al 72, es una muestra de avances significativos en áreas como la sostenibilidad pesquera y la protección de bosques. Estos no son logros menores; en un contexto
global donde la gestión ambiental suele estar sometida a intereses económicos se destacan como un compromiso palpable del gobierno dominicano.
Sin embargo, la historia no es uniforme, aunque el ministro de Medio Ambiente, Paíno Henríquez, ha
garantizado mayor rapidez en los procesos de otorgamiento de permisos y ha duplicado el personal para atender la demanda, también ha promovido proyectos de infraestructura y turismo que podrían poner en peligro ecosistemas clave. La aprobación rápida de proyectos en zonas como Playa Dorada y Punta Bergantín plantea preguntas sobre si la velocidad en los trámites está siendo acompañada de una evaluación rigurosa de su impacto ambiental.
Por otro lado, el cierre técnico del vertedero de Duquesa y el impulso a proyectos como la generación de combustible derivado de residuos en San Francisco de Macorís son pasos que reflejan una intención seria de abordar problemas crónicos de gestión de desechos. No obstante, la demora en la mitigación de emisiones del sector energético y la contaminación del aire demuestran áreas donde los avances son más lentos.
El contexto global también presiona. Durante la COP29, el país enfatizó la necesidad de un financiamiento justo para enfrentar los impactos del cambio climático. Esto es crucial para una nación que enfrenta tormentas más frecuentes y erosiones costeras alarmantes. Sin embargo, las acciones internas también deben alinearse con este discurso. La transición hacia una gestión completamente digital del Ministerio es prometedora, pero su eficacia dependerá de la implementación real.
En síntesis, la República Dominicana está avanzando, pero aún hay una brecha entre las promesas y las acciones sostenibles. El reto está en mantener un balance entre desarrollo económico y protección ambiental, donde el futuro verde no sea solo una aspiración, sino una realidad tangible.