Provinciales

Rompiendo Cadenas

Porque más sabe, el diablo por viejo

Por Fernando Fernández Duval

La medida de llevar una parte del mercado público de la comunidad de Neyba, una ciudad ubicada al sur de la República Dominicana, a un lugar apartado, tierras baldías en la carretera que comunica esa localidad con el municipio de Duverge, es una medida que está bien.

Tenemos la información de que allí serán trasladados, esos negocios de venta de ropa usada, y otros enceres, medicamentos, productos naturales, y de belleza, etc; que son traídos de Haití y que, que son vendidos por haitianos, algunos documentados, la mayoría indocumentados.

Igual que como ocurre, en los demás mercados fronterizos, eso está bien siempre que se respeten todas las normas ya prescritas, ya   que no debe tratarse de manera irresponsable de intentar llevar a esos cientos de haitianos a esas tierras solo pensando en descongestionar y desarabalizar  la ciudad, y que más tarde el lugar donde los están llevando se convierta en un Batey al estilo El Hoyo Friusa, en la provincia de Higuey.

La advertencia la hacemos partiendo de la propia experiencia de Friusa, donde poco a poco los dominicanos fueron desplazados por haitianos, y la sal salió más que el chivo.

Ahora tenemos solo la arrabalización, algo que no tiene asidero legal tratándose de personas indocumentadas la mayoría. Puesto a que la tremenda inversión en salubridad y un seguro aumento de la delincuencia que ha traído como resultado un dolor de cabeza para los dueños de Hoteles, y el turismo en sentido general, debido a que esa gente que llego allí supuestamente por razones humanitarias a realizar labores de construcción, tiempos después acarrearon todas sus familias enteras, y lo menos que luego quisieron fue volver a trabajar. Y ahí está en Higuey ese dolor de cabeza.

Lo que hemos planteado aquí, no es otra forma más de advertir lo que por más de 20 años hemos venido diciendo.

Más adelante habrá que ver, y mientras eso sucede,  tener  bien  abierto los ojos,  por si  lo que se pretende hacer en Neyba, intensional o no, resulte ser un arma de doble filo, ya que en realidad, más adelante se le pueda dar otro giro al asunto,  y pretendan establecer un acotamiento haitiano en esa zona, una especie de otro batey,  ya que eso es lo que estamos leyendo, desde hace un tiempo, es el programa mediático, lento pero seguro de los enemigos de la soberanía que se han  propuesto unir la isla, así eso les tome 100 años.

Para que más adelante no se alegue ignorancia, advertimos, a la Alcaldía de Neyba, sobre lo antes expuesto.

También, el hecho de si allí ya se realizaron todos los análisis estadísticos de lo que se pretende llevar a cabo.

 El estudio de factibilidad, el impacto ambiental, porque vemos que puede darse el caso del  derribo de árboles y la  contaminación de fuentes acuíferas, porque conocemos esas costumbres.

 Establecimiento de las normas, en especial aquella que no se permite personas extranjeras viviendo ni en forma transitoria ni permanente en lugar, ni en sus alrededores.

Que en el caso de los extranjeros se hará con la participación de la Dirección General de Migración y otros organismos incluyendo los de seguridad del estado dominicano, pues más adelante no queremos sorpresas.

 Que el espacio es solo para mercado no para residencia.

 Que se establecieron todas las condiciones sanitarias y de salubridad.

Que el uso del lugar le generará impuestos directos a favor de la comunidad sin intermediarios.

 Y todas otras normas que se considere de lugar y conforme con la ley.

Que la violación a todos esos preceptos deviene en la eliminación inmediata del mercado, sin que nadie, alcaldía, ni vendedores tenga derechos a ningún reclamo, de indemnización ni de reubicación.

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