Por Manuel Heredia
Especial OjaDiario
Desde el punto de vista práctico no hacer determinadas acciones y dejar pasar adredes algunos acontecimientos suponen una lógica de las políticas públicas.
Por años se permitió que desfalcaran las empresas expropiadas a Trujillo, constituidas en el grupo CORDE.
La CDEE ha sido un caso particular que todavía no finaliza. El seguro dominicano de la seguridad social fue muy limitado en su alcance y sus servicios muy precarios.
La recogida de basura es una tarea que no se sabe por dónde iniciarla.
El agua potable es una utopía.
El tema del déficit habitacional es una poesía sin métrica. El transporte público colectivo una ficción.
Las pensiones, un sueño tormentoso y la educación pública de calidad un déjà vu.
La sanidad pública adecuada un trapesismo.
Cada uno de esos problemas sociales siempre han tenido como propuestas de solución la privatización para su mejoramiento. Cuando no existe ni por asomo la voluntad política para resolver un problema social se recurre a la solución mágica de activar los mecanismos del mercado para que la oferta y demanda equilibren las preferencias con la capacidad económica de las personas-consumidores.
Ese objetivo economicista ha contribuido a profundizar las desigualdades sociales.
Entonces, si no se lucha por servicios públicos de amplia cobertura y calidad, estaremos jodidos por mucho rato.
