Por Ibeth Guzmán
La forma en que contamos las historias revela nuestra manera de leer. La manera en la que organizamos las historias de los otros se parece o se opone a cómo concebimos el universo propio. Buscamos anclar la narrativa del otro al propio decurso de nuestra historia. Por eso las historias que leemos se quedan en nosotros en función de esa oposición: se parecen o es distintas a como somos.
El éxito de grandes personajes de la literatura radica en todo lo que de cada uno de nosotros hay en ellos. Cuánto de mí hay en el Quijote, o cuán lejos de mí está Madame Bovary. Del lado que sea del corazón, lo importante es que los llevamos siempre cerca de nosotros.
