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EL ARAMEO. UN PUEBLO Y UNA LENGUA.

TERCERA PARTE.

Dr. Jobino Rafael Guzmán Batista.

ADUNACIÓN ENTRE UN PUEBLO Y UNA LENGUA

El Eterno en su eterno poder y deidad preservó a los judíos de esta invasión asiria, variopintos años después permitió que la nación de Judá cayera ante los babilonios (también conocidos como caldeos). Poco después de la caída de Judá, el hijo de Hilcías, el profeta Jeremías alentó a los judíos para que hicieran una opugnación a la práctica pecaminosa de la idolatría en Jeremías 10. De interés particular es Jeremías 10:11, que fue escrito en arameo. Este versículo expone a los judíos una contestación para aquellas personas que estén tratando de incitarlos a adorar un ídolo: “Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos”.

En el campo laico se señala que hubo variopintas deportaciones de judíos de Judá a Babilonia, en donde el idioma del imperio era arameo (Daniel 2:4). Sadrac, Mesac y Abed-nego se enfrentaron a esta prueba de la idolatría después de haber sido deportados. La prueba era si se prosternaban ante la estatua del rey Nabucodonosor (Daniel 3).

Con tantos judíos cautivos en el imperio arameo hablante, muchos judíos eran bilingües entonces, hablaban hebreo y arameo. “Después del regreso de la cautividad, el arameo desplazó al hebreo como el idioma de los judíos en Palestina” (Enciclopedia de la Biblia estándar internacional). Esto explica por qué los líderes judíos que canonizaron el Antiguo Testamento se sentían cómodos al tener tanto el hebreo como el arameo en los escritos sagrados.

TANAJ Y EL ARAMEO.

Ya hemos visto los lugares en el Antiguo Testamento donde el arameo fue usado antes del cautiverio babilónico de los judíos. La inclusión más larga del arameo en la Biblia se encuentra en el libro de Daniel, del capítulo 2:4 hasta el capítulo 7:28 está escrito en el idioma de los babilonios.

Los demás pasajes más largos del Antiguo Testamento escritos en arameo se encuentran en Esdras. El primer pasaje en arameo (Esdras 4:8 hasta Esdras 6:18) comienza con una carta acusatoria que los enemigos de los judíos le enviaron al rey Artajerjes acerca de la reconstrucción de Jerusalén por parte de los judíos. La sección continúa con la respuesta del rey, cómo reaccionaron los judíos ante la respuesta y, finalmente, el decreto del rey Darío permitiéndoles a los judíos proceder.

La segunda sección en arameo de Esdras (Esdras 7:12-26) es una carta oficial del rey Artajerjes permitiéndole a Esdras y otros israelitas que así lo querían, llevar plata y oro para el templo en Jerusalén.

EL ARAMEO Y EL NUEVO PACTO.

En el primer siglo, el arameo continuó siendo el idioma que hablaban los judíos en sus casas. Debido a esto, una pequeña parte de los estudiosos creen que algunas partes del Nuevo Testamento pueden haber sido escritas en arameo inicialmente y después traducidas al griego.

Aunque la visión predominante de los estudiosos es que el Nuevo Testamento fue escrito principalmente en griego, la influencia del arameo en el primer siglo resulta evidente incluso en traducciones de la Biblia en español. Aquí hay unas frases transcritas en arameo del Nuevo Testamento:

  • La palabra Abba se encuentra en Marcos 14:36. Abba significa “padre”. Por tanto, Abba, Padre significa en realidad “Padre, Padre”. Aunque pueda parecer redundante, la primera palabra es aramea y la segunda es griega. Esta palabra enfatiza la relación personal que Cristo tenía con Dios el Padre y que nosotros también podemos tener con Él (Romanos 8:15; Gálatas 4:6).
  • La frase en arameo Talita, cumi en Marcos 5:41 está seguida de la frase “que traducida es, Niña, a ti te digo, levántate”.
  • Mientras sanaba a un hombre sordo y que tenía problemas de habla, Jesús “le dijo: Efata, es decir: Sé abierto” (Marcos 7:34). La palabra Efata es aramea.
  • La Biblia de estudio ESV explica acerca de 1 Corintios 16:22: “la frase sea anatema. El señor viene es aramea en vez de griega, probablemente representa una oración cristiana judía para el regreso de Jesús”.
  • Mateo 27:46 registra un clamor de Jesús cuando estaba en la cruz: “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.

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