Especialistas cuestionan efectividad del sistema de áreas protegidas en RD

Jueves, 12 de junio de 2025, por Fuentes Externas
Ramón Ovidio Sánchez Peña advierte sobre la fragilidad del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Santo Domingo, D.N. – Durante una conferencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el ambientalista y académico Ramón Ovidio Sánchez Peña instó a las autoridades y a la sociedad dominicana a repensar profundamente el modelo actual de conservación de los recursos naturales, señalando deficiencias estructurales en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).
Bajo el título “Pasado, presente y futuro de las áreas protegidas”, Sánchez Peña reflexionó sobre los avances y desafíos del sistema, destacando que aunque República Dominicana cuenta oficialmente con 132 áreas protegidas, muchas de estas carecen de gestión efectiva. Según el especialista, problemas como falta de personal, baja inversión, escasa coordinación interinstitucional y la exclusión de las comunidades locales limitan el verdadero impacto de estas zonas en la conservación de la biodiversidad.
“El país ha logrado cifras significativas en cobertura territorial —25.6 % del espacio terrestre y 10.8 % del marino—, pero muchas de esas áreas existen solo en papel”, expresó, al tiempo que advirtió que la crisis ambiental global y los efectos del cambio climático demandan un enfoque más integral y participativo en la gestión ambiental.
Sánchez Peña subrayó la necesidad de transformar la estructura actual del SINAP, adoptando herramientas como el Estándar de Lista Verde de la UICN, que promueve una gobernanza más abierta, planificación estratégica y resultados medibles.
También cuestionó la capacidad operativa del Ministerio de Medioambiente para administrar eficientemente el sistema, sin una descentralización real ni alianzas efectivas con otras instituciones del Estado.
Entre los avances reconocidos mencionó la creación de normativas como la Ley 64-00 y la Ley Sectorial 202-04, así como la expansión continua de las áreas protegidas desde 1974. Sin embargo, enfatizó que el crecimiento en superficie protegida no es sinónimo de conservación efectiva.
“El reto no es solo declarar más áreas, sino garantizar su impacto real en términos ambientales, sociales y económicos”, señaló. Además, hizo un llamado a establecer presupuestos coherentes con la magnitud del desafío ambiental y actualizar los planes de manejo con la participación activa de las comunidades.
La conferencia concluyó con un firme llamado a la acción colectiva y multisectorial, resaltando que la sostenibilidad de los recursos naturales debe ser una prioridad nacional, si se aspira al bienestar general y a un futuro resiliente para el país.