Por: Amado Bernabel
OjaDiario viernes 28 2024
El río Isabela, que nace en la Loma Siete Cabezas en la Sierra de Yamasá, cruza Villa Mella, Los Mina, Villa Duarte y el Puerto de Santo Domingo; hace desembocadura en el Mar Caribe. Se encuentra en total contaminación. Dicho río está lleno de algas y otras plantas que casi están cubriendo su afluente, y lo que es peor aún, su margen derecha, en la orilla, la zona que está frente a Villa Mella, está llena de casas de los barrios: Las Flores, El Hoyo de Chulín y La Zurza, cuyos habitantes botan la basura que producen, también descargan las tuberías de los sanitarios y los baños en sus aguas.
El agua del río mencionado está siendo convertida en un foco de contaminación por los ciudadanos que viven en sus alrededores. Esa situación produce enfermedades infecciosas en niños, jóvenes, adultos y ancianos de la zona, por medio de las cuales pueden perder hasta la vida si no hay una atención adecuada a tiempo. Tomando en cuenta lo antes señalado, al río Isabela lo han convertido en un almacenamiento de desechos sólidos, materia fecal y aguas residuales, que reviste mucho peligro para su supervivencia y la salud de los habitantes de sus alrededores.
Por lo vital que son las fuentes de agua corriente para cualquier país, es pertinente que las autoridades competentes de Medio Ambiente le presten la debida atención urgente a la que hacemos referencia, para que se le provea un saneamiento profundo, por medio de una limpieza total. Esto implica tomar medidas con régimen de consecuencias contra quienes la contaminen lanzando desperdicios de cualquier tipo en su afluente.
