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Diputados FP piden destinar los fondos MINERD a terminar aulas

SANTO DOMINGO.- El bloque de diputados de la Fuerza del Pueblo (FP) propuso invertir parte de los RD$4,250 millones que el Gobierno busca reducir de la partida destinada a la educación, en terminación de planteles escolares abandonados y descuidados así como en la formación especial de profesores.
El vocero de la Fuerza del Pueblo ante la Cámara Baja, Omar Fernández, recomendó desarrollar programas especiales de maestrías y doctorados para docentes en universidades extranjeras, desarrollar programas deportivos y culturales, así como diseñar un programa formativo de maestros en ciencias, matemáticas, tecnologías e ingenierías.
“Es importante cuanto dinero le asignamos a la educación, pero más importante es como se está invirtiendo ese dinero”, señaló.

Reconoció además que la defensa de la ciudadanía al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) fue fundamental para que el Gobierno desista en reducir la partida destinada al Ministerio de Educación (MINERD) este año.
La Fuerza del Pueblo manifestó que sólo la correcta inversión de los recursos garantiza que alumnos y docentes de nuestro país obtengan buenas calificaciones en mediciones internacionales.
“La educación dominicana está en crisis, de eso no nos cabe duda, pero entendemos que la respuesta a esta crisis no puede ser quitarle al sector el dinero que le otorga la Ley 66-97, asignación que además es el resultado de una lucha social que unió a toda la nación”, declaró Fernández.
Además, calificó como inconstitucional cualquier reducción presupuestaria a educación, ya que contraviene el numeral 10 del artículo 63 de la Carta Magna.
Los trastornos mentales ¿La nueva epidemia?
No es epidemia, pero lo parece: los problemas mentales están agobiando a muchos dominicanos, llevándolos incluso hasta la muerte por suicido.
La depresión, la ansiedad, la bipolaridad y los trastornos del sueño, agregados al estrés generado por las cargas angustiantes de la pandemia, cobran más víctimas cada día.
Y, penosamente, los servicios o esquemas destinados al cuidado de la salud mental lucen francamente insuficientes, acentuados por la escasez de profesionales especializados en el manejo de estos síntomas.
En Santiago, por ejemplo, la Unidad de Intervención en Crisis, que es la más grande hasta ahora, está diariamente desbordada.
Cuando despachan cinco pacientes, hay siete en lista de espera y así por el estilo.

En la capital y otros pueblos, la cantidad de enajenados mentales se hace más visible en la medida en que pululan y pernoctan en avenidas y espacios públicos.
Este es un problema muy serio. Esos enajenados son ciudadanos que merecen una especial atención del Estado, porque encima del estigma de la locura, son seres echados al abandono, sin más ni m

Otro amplio trabajo que publicamos hoy, en la misma tesitura del caso de Santiago, pone en evidencia el deterioro del programa de atención psicosocial de “La nueva Barquita”, en Santo Domingo Norte.
Es hora ya de volcar recursos, humanos y hospitalarios, para enfrentar esta especie de epidemia que, sin dudas, es una herencia directa de la pandemia del Covid y de la crisis económica y social que sufren miles de dominicanos.

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