Cooperación jurídica y policial internacional en la investigación de los delitos informáticos
Por Enersi Georgina Mateo
La cooperación judicial y policial resulta imprescindible a la hora de realizar la investigación y persecución eficaz de los delitos informáticos, debido al carácter transnacional que emana de este tipo de actividades delictuales. Se necesita de la asistencia mutua armonizada entre los diferentes Estados, fomentando la erradicación de estos delitos mediante una colaboración continua, sin perjuicio de la normativa internacional y el derecho interno de cada país.
La transnacionalidad resulta ser el aspecto neurálgico de los delitos informáticos, puesto que son delitos que, debido a su naturaleza, traspasan las fronteras de las diversas naciones del mundo, y que no conocen de tiempo ni de espacio; resultaría entonces imperioso la debida cooperación entre los Estados, y sobre todo, la centralización de la información para poder combatir la creciente criminalidad transfronteriza y las nuevas modalidades de comisión delictiva a través de las nuevas tecnologías.
Para poder solventar esta problemática y esta sofisticación de la actividad delictual, se han creado entidades como INTERPOL, EUROPOL y AMERIPOL, como caución de justicia social, cooperación y protección de derechos a nivel internacional.
En primera instancia, INTERPOL, en el ámbito internacional, es la Organización Internacional de Policía Criminal, y que según su Estatuto, en su Art. 2, sus fines son seguir y desarrollar, dentro del marco de las leyes de los diferentes países y del respeto a la Declaración Universal de Derechos Humanos, la más amplia asistencia recíproca de las autoridades de policía criminal, así como también establecer y desarrollar todas las instituciones que puedan contribuir a la prevención y a la represión de las infracciones de derecho común.
Por su parte, EUROPOL, la agencia de la Unión Europea en materia policial, que según su Reglamento 2016/794 de 11 de mayo del 2016, su objetivo es apoyar la cooperación entre las autoridades policiales de la Unión Europea y reforzar la actuación de las actividades competentes de los Estados miembros y su cooperación mutua en la prevención y la lucha contra la delincuencia grave que afecte a dos o más Estados miembros, el terrorismo y las formas de delincuencia que afecten a un interés común protegido por una política de la Unión Europea.
En el ámbito de América, se encuentra el organismo AMERIPOL, que conforma la comunidad de Policías de América, que según versa en su Estatuto, en el Art. 3, su propósito consiste en promover y fortalecer la cooperación que permita mejorar las competencias policiales para enfrentar los desafíos de la seguridad pública y ciudadana en materia de capacitación, intercambio de información, cooperación técnico científica e investigación criminal, entre los cuerpos de policía e instituciones homólogas miembros, que se traduzcan en la consolidación de la doctrina y filosofía policial para la prevención y neutralización del delito. Actualmente se está trabajando en un tratado internacional que reemplace el Estatuto en vigor de AMERIPOL, que le brindara personalidad jurídica internacional.
De la misma manera, se encuentra el sistema SIRENE, (Solicitud de Información Complementaria a la Entrada Nacional), que según el Manual Sirene y otras medidas de ejecución para el Sistema de Información de Schengen de segunda generación (SIS II) de fecha 26 de febrero de 2013, constituye un mecanismo de apoyo de información a todos los Estados firmantes del Acuerdo de Schengen.
Como propuesta para centralizar la información, se han creado diversas bases de datos que contribuyen a la eliminación de los ciberdelitos; entre ellos se destacan la base de datos llamada ICAID (Child Abuse Image Database) de INTERPOL para la localización de víctimas de abuso de menores de edad en la red; En esta misma línea, se encuentra el sistema CIRCAMP (Cospol Internet Related Child Abusive Material Project) creado por la Policía noruega y británica en colaboración con las policías europeas EUROPOL e INTERPOL. Este sistema lo utilizan países como Francia, Malta, Suecia, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Nueva Zelanda, Irlanda, Polonia, Holanda, entre otros.
Igualmente, EUROPOL posee una base de datos llamada SIE, que es el Sistema de Información de EUROPOL, el cual sirve como un sistema de referencia para la consulta de datos sobre delitos, infractores y otras cuestiones afines, con el fin de asistir a los Estados miembros; Asimismo, poseen una red de intercambio de información llamada SIENA (Secure Information Exchange Network Application), la cual es una herramienta de nueva generación sumamente eficaz, diseñada para el intercambio de información entre EUROPOL, los Estados miembros y los terceros que mantienen acuerdos de cooperación con EUROPOL.
Por otro lado, para la erradicación del delito de venta de armas ilícitas en canales cerrados de información, se encuentra la base de datos iARMS, que consiste en un sistema de almacenamiento a gran escala de millones de registros de armas de fuegos ilícitas.
Existen por igual otras bases de datos de relevancia para la cooperación policial y judicial internacional respectivos a huellas dactilares, perfiles de ADN, reconocimiento facial, obras de artes robadas, piratería marítima, vehículos de motor, entre otros.
Debe señalarse que a pesar de las actuales herramientas de cooperación policial y judicial internacional, la soberanía de los Estados debe ser respetada, por lo tanto la petición de actos y procedimientos judiciales de un Estado frente a otro que no es de su jurisdicción no pueden realizarse de manera arbitraria, es por ello que actualmente se hace uso de instrumentos como la comisión rogatoria y/o exhorto entre Estados en virtud de acuerdos de cooperación internacional y leyes internas de cada país.
En definitiva, el intercambio de información por parte de los organismos policiales internacionales y los instrumentos judiciales de cooperación son la piedra angular de la investigación de los ciberdelitos, puesto que los países miembros proporcionan información de manera voluntaria diariamente a estos sistemas de almacenamiento y sistemas de justicia, que permite que exista una cooperación internacional mancomunada, rápida y accesible a todos los Estados.
Estos organismos internacionales y sistemas de justicia se han unido para luchar contra los delitos informáticos, y lo hacen pisando fuerte, al crear diferentes propuestas para soslayar este mal que afecta a la tranquilidad de todos los Estados de Derecho, y de la cual ninguno es ajeno, imperando en todo momento esa accesibilidad de información y cooperación que permite la coordinación de acciones conjuntas de persecución efectivas contra el cibercrimen.