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Cine Siglo XXI: The trail of the Chicago 7

Por Gustavo Ricart

Especial OjaDiario

“El Juicio de los 7 de Chicago”, la nueva película de Aaron Sorkin, ha ganado no uno sino dos Globos de Oro en las categorías de Mejor director y Mejor Guión este pasado 28 de febrero. Todos debemos rendir pleitesías a Aaron Sorkin por ese regalo que nos hizo con “El lado oeste de la Casa Blanca” donde ya demostraba una capacidad increíble para hilar narrativas de contenido político, sociopolitico con unas frases para enmarcar de unos diálogos exquisitos y rapidísimos. Así también resulta “El Juicio de los 7 de Chicago; muy inteligente, muy rápida y vibrante. Por eso también ha demostrado que es mejor guionista que director; es un realizador/para guionista al que le sienta muy bien que le adapten directores, pero últimamente tiene dos largometrajes en los que se ha lanzado a dirigir. Su opera prima es Molly’s Game de 2017 como director y ahora llega el juicio de los 7 de chicago, una película basada en hechos reales que aborda el juicio sobre siete encausados (en realidad eran 8 pero eso se explica en la película) que fueron detenidos durante las manifestaciones en Chicago de 1968 que era cuando se organizó la convención demócrata y fueron allí decenas de miles de personas a protestar contra la guerra en Vietnam y eso acabó con disturbios y unos altercados muy graves. Y de alguna forma se quiso enjuiciar (desde la fiscalía general del gobierno de los estados unidos) a siete personas que si bien tienen muchas cosas en común, en su conjunto son un retrato de la izquierda de entonces de la parte más liberal de los Estados Unidos unidos con toda sus riquezas y matices (lo cual creo que es lo mejor que retrata la película).

Sorkin es un gran guionista, antes de guionizar “El lado oeste de la Casa Blanca” guionizo libretos, es el escritor de películas como: Algunos hombres buenos, Malicia y posteriormente tiene dos guiones maravillosos como lo son el de “La Red Social” de David Fincher y “Money Ball”.

El reparto del Juicio de los 7 de Chicago es apabullante: Yahya Abdul-Mateen II, Sacha Baron Cohen, Joseph Gordon-Levitt, Michael Keaton, Frank Langella, John Carroll Lynch, Eddie Redmayne, Mark Rylance. Yo la veo como la gran película de Hollywood del 2020 en cuanto a niveles mainstream, una película importante pero también bastante suave y fácil de digerir con un humor sarcástico muy a tiempo para que llegue a todo el mundo aunque se vea muy premanufacturada para los Oscars (que es algo que no me gusta mucho decir) de ahí que pueda ser una película quizás menos afilada que otras cosas que tiene anteriormente Sorkin aunque el filme se ve de maravillas.

Hay que decir que El Juicio de los 7 de Chicago es un proyecto muy antiguo, uno de los proyectos malditos de Hollywood, llevaban unos treinta años intentando llevarla a la gran pantalla. El que estuvo a punto de hacerlo en 2008 fue Steven Spielberg y a quien él quería era a Heath Ledger para el papel de Tom Hayden (que es a quien da vida Eddie Redmayne) pero la muerte de Heath y problemas de presupuesto hicieron que Spielberg abandonara el proyecto.

Lo más importante del largometraje viene siendo su contenido político, porque lo que está haciendo Sorkin desde un primer momento es trazar un paralelismo con movimientos activista de los años 60-70 (con las protestas en las calles contra un gobierno de parte del pueblo) con el ahora (de forma implícita) y todo el año que paso con manifestaciones contra el gobierno de Donald Trump y las manifestaciones de Black Lives Matter, Sorkin parece estar diciendo claramente que: “hay que quejarse”. Es necesaria la queja cuando las cosas van mal, que no se queden como en la actualidad (solo en las redes sociales, que parecen el botón de pánico de las quejas). Sorkin nos revela una sociedad adormecida en la actualidad y que era mucho más activista en los años 60 y a poco está reclamando ese activismo. Lo que está tratando de contar es que es así como se pueden llegar a cambiar las cosas por injusto que sea todo, por grande que sea tu enemigo. Y esa es la parte que no me gusta mucho de la película; todo está polarizado y parcializado, no muestra matices. Se idealiza mucho a los manifestantes y se villaniza casi hasta lo ridículo a los poderes del Estado cuando no hace falta porque ya la historia de lo da servido eso. Quizá los pocos matices que aparecen son lo más interesante de la película precisamente por que llaman la atención y es en las propias discusiones que tienen los acusados entre sí que vemos sus distintas maneras de observar, actuar respecto de cómo se tienen que realizar los actos frente al gobierno; esas discusiones sí que enriquecen mucho porque es donde se está dando una visión más poliédrica del conflicto.

Pero en general la película se disfruta mucho por sus excelentes diálogos y narrativa velos. Son dos Globos de Oro bien merecidos para Sorkin y Netflix. Ya veremos cómo le va con los Oscars.

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