El feriado Día de los Santos Reyes es por tradición sinónimo de alegría, inocencia y juguetes. Es común observar en los barrios y sectores populosos de la capital, a los niños y niñas en las galerías, aceras y parques jugar con sus obsequios, compartiendo con sus hermanos, primos o amiguitos “lo que los Reyes dejaron”.
No obstante, para los adultos, este día del calendario fue tomado para descansar
Este año, la festividad pareció transcurrir en un panorama algo “apagado” en los barrios. La chispa característica de este día no brilló con la intensidad de épocas anteriores.
Así lo notaron moradores del sector Los Mina, municipio Santo Domingo Este, quienes repitieron constantemente ante periodistas de este medio que “se perdió la tradición”, por lo que aprovecharían el día libre para compartir con sus familias en la tranquilidad de sus hogares.
En el barrio Gualey el ambiente denotó más dinamismo, varias familias se encontraban disfrutando del asueto en compañía de sus vástagos, con piscinas plásticas incluidas.
Entre los planes que tenían los adultos para pasar el día feriado se encontraban principalmente “vigilar a los niños mientras jugaban”. Mientras otros tomarían el asueto para comprarles los reyes a sus hijos.
“Este día es para ellos, no para nosotros los grandes”, comentó Brenda Lorenzo, madre de tres niñas, cuando se acercaba a uno de los establecimientos de venta de juguetes ubicados en el sector Simón Bolívar.
Los espacios públicos de los barrios Gualey, Capotillo y Los Mina, incluidos los parques, colmados y salones de belleza, lucieron tranquilos y con poca afluencia de personas en sus calles.
Algunos padres comentaron que hubiesen preferido que el calendario laboral marcara el pasado viernes 7 como feriado en lugar del lunes 11, ya que así los niños tendrían más tiempo para disfrutar sus obsequios antes de retornar a las aulas, y ellos podrían compartir aún más con sus hijos.
