Por Karla Archambault
A lo largo de los últimos treinta y cinco años la poesía de José Alejandro Peña ha venido arraigándose entre sus lectores por su vivacidad, exuberancia, transparencia y originalidad en la calidad de las imágenes poéticas, siempre prestas a la metamorfosis semántica, con una variedad de tonos y ritmos que seducen por su limpidez, imaginación, profundidad y belleza.
Almava Editores ha publicado ya varios de sus libros, entre los que sumamos Amigos, amantes y demonios, posiblemente su mejor propuesta poética hasta el momento.
Los poemas de este libro están salpicados de un extravagante toque surrealista, humor negro y visión descabellada de la vida, conectando con realidades que están más allá de lo real, es decir, el poeta, creador de imágenes alucinatorias, nos presenta realidades alternativas, ya como crítica social o psicológica o como addéndum de una simbología novedosa por su variedad barroca y por su desarrollo y fuerza elementales.
«Desde su primer libro, Iniciación final, publicado en 1984, José Alejandro Peña es un poeta agudo, lúcido y lúdico, penetrante y asombroso.»
